El compositor George Fenton desea estar en una banda de rock.

0
19

GEORGE FENTON: EL PASADO SECRETO DE ROCK ‘N’ ROLL DEL COMPOSITOR NOMINADO AL OSCAR

George Fenton CBE, el legendario compositor detrás de algunas de las bandas sonoras de cine y televisión más grandes, revela un sorprendente secreto de su pasado. En una entrevista exclusiva, Fenton admite que casi se convierte en miembro de una banda de rock progresivo. Creciendo en la década de 1960, la pasión de Fenton por el rock ‘n’ roll lo llevó a unirse a un grupo llamado Whistler. Aunque su álbum de 1969 pasó desapercibido, lograron un éxito póstumo con un número uno en Suecia, una versión de Maxwell’s Silver Hammer de The Beatles. El amor de Fenton por el rock ‘n’ roll es evidente en sus icónicas bandas sonoras de películas, incluyendo Gandhi, Cry Freedom, Groundhog Day y You’ve Got Mail.

UN COMPOSITOR VISUAL: LA ARTESANÍA DETRÁS DE LA MÚSICA DE FENTON

Fenton se describe a sí mismo como un compositor visual, inspirándose en los elementos visuales de un proyecto. Comenzó escribiendo música para el teatro, donde aprendió la importancia de la música en relación con otros elementos. Este enfoque lo ha convertido en un compositor muy solicitado para exitosos programas de televisión como Bergerac, Omnibus, Telly Addicts y Newsnight. Sin embargo, Fenton admite que su tarea más desafiante fue crear el jingle para el programa diario PM de Radio 4. Sin una imagen visual que lo guíe, Fenton luchó por encontrar la inspiración correcta. Sin embargo, su dedicación a su oficio lo impulsa a invertir en cada proyecto, asegurando que su música complemente perfectamente las visuales.

UNA CRIANZA CREATIVA: LAS RAÍCES DEL VIAJE MUSICAL DE FENTON

El viaje musical de Fenton comenzó en su hogar de la infancia. Nacido como George Hawes en Bromley, Kent, en 1949, luego cambió su nombre a Fenton para seguir su pasión por la actuación. Sus padres, un ingeniero mecánico y una enfermera, fomentaron un ambiente creativo donde la música prosperaba. La madre de Fenton tocaba el piano mientras su padre, un entusiasta del jazz de big band, la acompañaba en la batería. Esta exposición temprana a la música y el apoyo de su familia encendieron la pasión de Fenton por las artes. Él recuerda el deseo de su padre de que destacara en el rugby y el sueño de su madre de que se convirtiera en un gran actor. A pesar de sus aspiraciones, el amor de Fenton por la música, influenciado particularmente por The Beatles, tomó el centro del escenario.

GEORGE FENTON: UN LEGADO DE MÚSICA E INSPIRACIÓN

El talento de George Fenton como compositor es innegable. Con cinco nominaciones al Oscar a su nombre, ha dejado una marca indeleble en el mundo del cine y la televisión. Desde sus primeros días como guitarrista en una banda de rock progresivo hasta sus icoricas bandas sonoras de películas, la pasión de Fenton por la música brilla en cada nota. Como compositor visual, comprende el poder de la música para mejorar la narración y cautivar a la audiencia. Con cada proyecto, Fenton invierte su tiempo y creatividad, asegurando que su música se convierta en una parte integral de la experiencia. Su viaje desde un pequeño pueblo en Kent hasta los grandes escenarios de Hollywood es un testimonio de su talento, dedicación y el apoyo de aquellos que creyeron en él.

Educado en privado en St Edward’s en Oxford, George Fenton, conocido por su trabajo como compositor en cine y televisión, tenía un espíritu rebelde. A pesar de asistir a la prestigiosa alma mater de actores como Laurence Olivier y Emilia Clarke, desafió los deseos de sus padres y optó por no ir a la universidad. A finales de la década de 1960, Fenton abrazó el espíritu despreocupado de la época, donde la vida era económica y uno podía alquilar fácilmente un piso en el centro de Londres.

Después de pasar por varios trabajos insatisfactorios, Fenton tropezó con una oportunidad de trabajar para el director Carl Davis en 1968. Esto lo llevó a un papel en la obra de Alan Bennett Cuarenta Años. Aunque admite modestamente haber aparecido en algunas producciones, Fenton no se considera un verdadero actor.

A lo largo de su carrera, la música de Fenton ha adornado tanto la pantalla grande como la pequeña. Su diverso rango de talentos le permitió trabajar como músico de sesión, chofer y escritor de partituras musicales. En 1974, incluso compuso la música para una producción de la Royal Shakespeare Company de Noche de Reyes, dirigida por Peter Gill. Fenton recuerda con cariño a Gill como la persona que le dio su primer trabajo en televisión y abrió los Riverside Studios como un teatro.

La gran oportunidad de Fenton llegó cuando se cruzó con el joven director Michael Attenborough durante la producción de El Jardín de los Cerezos en Riverside en 1978. Attenborough mostró interés en grabar la música de Fenton y reproducirla para su padre, Sir Richard Attenborough. Este encuentro llevó a Fenton a co-crear la banda sonora de la aclamada película de Attenborough, Gandhi, en 1982.

A lo largo de los años, el talento y la dedicación de Fenton le valieron numerosos elogios. Recibió cinco nominaciones al Oscar, tres Baftas, dos Emmys, tres nominaciones al Globo de Oro, dos nominaciones al Grammy, cinco Ivor Novellos y cinco premios BMI. Sin embargo, Fenton nunca persiguió proyectos como simples escalones para su carrera. Solo trabajó en proyectos en los que sentía un deseo genuino de ser parte, por eso regresó de América cuando lo hizo.

En la década de 1990, el éxito de Fenton al componer música para programas de televisión como An Englishman Abroad y The Jewel In The Crown lo convirtió en un codiciado en Hollywood. Sin embargo, se encontró cuestionando si quería pasar su vida componiendo música para películas predecibles como Father Of The Bride Part 12. Fue entonces cuando el documentalista de naturaleza Alastair Fothergill contactó a Fenton con una emocionante oportunidad para escribir música para un proyecto. Ese proyecto resultó ser The Blue Planet, una serie innovadora que cautivó a audiencias en todo el mundo.

La decisión de Fenton de trabajar en The Blue Planet marcó un punto de inflexión en su carrera. Le permitió alejarse de la escena predecible de Hollywood y explorar nuevas vías creativas. La llamada de Fothergill dejó a Fenton intrigado y emocionado por las posibilidades que se avecinaban.

Paul McCartney, el legendario músico y ex miembro de The Beatles, recientemente reveló que ha considerado componer música únicamente para su propio disfrute. A la edad de 74 años, McCartney reflexiona sobre si debería centrarse en crear música para sí mismo en lugar de para un público más amplio.

En una entrevista sincera, McCartney admitió: «Sí, a veces coqueteo con ese pensamiento y hay un par de cosas que se supone que debo considerar hacer de esa manera.» Él imagina un escenario en el que pueda sumergirse por completo en su proceso creativo, diciendo: «Si alguien me trajera la cena todas las noches y me levantara por la mañana y después de un paseo por el jardín, me sentara a escribir durante el día, podría imaginar que esas ambiciones descenderían sobre mí.»

Sin embargo, la bulliciosa vida citadina de Londres, donde actualmente reside McCartney, parece obstaculizar su capacidad de abrazar completamente esta idea. Explicó: «Pero viviendo en Londres, corriendo todo el tiempo, no siento que esté en el espacio adecuado para hacer eso.» Parece que la constante actividad y las demandas de su vida diaria le impiden dedicarse únicamente a sus intereses musicales personales.

La revelación de McCartney llega después de que tomara la decisión de cancelar un proyecto de película y regresar a su ciudad natal de Londres, mucho para el disgusto de su agente estadounidense. Este cambio de enfoque sugiere que McCartney puede estar priorizando su propia felicidad y realización creativa sobre las presiones externas y obligaciones.

Como uno de los músicos más influyentes de todos los tiempos, el deseo de McCartney de crear música para sí mismo sirve como un recordatorio de que incluso figuras icónicas en la industria buscan satisfacción personal y realización a través de su arte. Mientras los fanáticos esperan ansiosamente nuevos lanzamientos de esta leyenda musical, la contemplación de McCartney de componer para sí mismo destaca la importancia de la autoexpresión y la libertad artística.