La plaga sigue propagándose – criaturas detrás de ella.

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Los piojos del cuerpo humano pueden haber desempeñado un papel más importante en la propagación de la peste de lo que se creía anteriormente, según un nuevo estudio. La investigación desafía la opinión comúnmente aceptada de que las ratas y las pulgas eran los principales culpables detrás de la Peste Negra. La peste bubónica, que asoló Gran Bretaña y Europa de 1346 a 1353, se cobró la vida de hasta 50 millones de personas, diezmando la mitad de la población del continente. El estudio, realizado por el Dr. David Bland y sus colegas en el Instituto Nacional de Alergias e Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos, sugiere que los piojos del cuerpo humano son más eficientes en la transmisión de la bacteria Yersinia pestis, que causa la peste, de lo que se pensaba anteriormente. Estos hallazgos respaldan la idea de que los piojos pueden haber contribuido a pandemias anteriores.

La investigación ha arrojado nueva luz sobre la transmisión de la peste, que todavía existe hoy en día. Mientras que las ratas y las pulgas han sido consideradas durante mucho tiempo los principales impulsores de las pandemias de peste, el estudio sugiere que los piojos del cuerpo, que se alimentan de sangre humana, también pueden transportar y propagar Y. pestis. Estudios anteriores sobre la eficiencia de la transmisión de los piojos han arrojado resultados contradictorios, lo que ha llevado a la incertidumbre sobre su papel en los brotes.

El Dr. Bland explicó que Y. pestis ha sido responsable de numerosas pandemias a lo largo de la historia, incluida la devastadora Peste Negra. La bacteria cicla naturalmente entre roedores y pulgas, con las pulgas ocasionalmente infectando a los humanos a través de picaduras. Sin embargo, el estudio sugiere que los piojos del cuerpo humano pueden haber desempeñado un papel más significativo en la propagación de la enfermedad de lo que se creía anteriormente. Esta nueva comprensión podría ayudar en el desarrollo de estrategias más efectivas para prevenir y controlar futuros brotes.

Los hallazgos de este estudio, publicados en la revista PLoS Biology, resaltan la importancia de considerar todos los posibles vectores de transmisión de enfermedades. Si bien las ratas y las pulgas han estado asociadas durante mucho tiempo con la propagación de la peste, ahora es evidente que los piojos del cuerpo humano también pueden haber desempeñado un papel crucial. Se necesita más investigación para comprender completamente la contribución de los piojos a pandemias pasadas y su impacto potencial en futuros brotes.

LA GRAN PLAGA DE LONDRES: NUEVAS INVESTIGACIONES REVELAN UN DESCUBRIMIENTO IMPACTANTE SOBRE LA PROPAGACIÓN DE Y. PESTIS

En un estudio innovador, el Dr. Bland y su equipo han descubierto información sorprendente sobre la transmisión de la bacteria mortal Y. pestis. A través de una serie de experimentos de laboratorio, los investigadores alimentaron a los piojos del cuerpo con muestras de sangre que contenían el patógeno. Los resultados fueron impactantes.

Utilizando alimentadores de membrana que imitan la piel humana, el equipo pudo observar cómo los piojos del cuerpo se infectaron con Y. pestis. Descubrieron que los piojos no solo eran capaces de transmitir el patógeno, sino que lo hacían de forma consistente después de alimentarse de sangre con niveles similares de la bacteria encontrados en casos reales de peste.

Además, los investigadores descubrieron que Y. pestis puede infectar las glándulas de Pawlowsky, un par de glándulas salivales que se encuentran en los piojos del cuerpo. Se encontró que los piojos con glándulas de Pawlowsky infectadas transmitían el patógeno de manera más efectiva que aquellos con infección limitada en su tracto digestivo.

Las glándulas de Pawlowsky secretan lubricante en las partes bucales de los piojos, lo que llevó al equipo de investigación a proponer que estas secreciones podrían contaminar las partes bucales con Y. pestis. Esta contaminación, a su vez, podría propagarse a los humanos al ser mordidos.

El Dr. Bland comentó: «Estos hallazgos sugieren que los piojos del cuerpo pueden ser mucho más eficientes en la propagación de Y. pestis de lo que se creía anteriormente. Podrían haber desempeñado un papel significativo en brotes pasados de peste.»

Esta investigación pionera arroja nueva luz sobre la transmisión de Y. pestis y destaca el papel potencial de los piojos del cuerpo en los brotes históricos de la plaga. Las implicaciones de estos hallazgos son significativas y pueden llevar a una mejor comprensión de cómo prevenir futuros brotes. Estén atentos para más actualizaciones sobre este estudio innovador.