Los ferrocarriles británicos serán renacionalizados según los planes laboristas.

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British Railways Could Return to Public Ownership Under Labour Plans

Un gobierno laborista está listo para devolver toda la red ferroviaria del Reino Unido a la propiedad pública, según reveló la secretaria de transporte en la sombra. Louise Haigh reveló que si el partido gana las próximas elecciones generales, crearán un nuevo operador nacional llamado Great British Railways (GBR). Este organismo público independiente tomará gradualmente el control de las vías a medida que expiren los contratos privados existentes. Este movimiento significaría el fin de las franquicias individuales como Avanti West Coast, West Midlands Trains, c2c, LNER y TransPennine Express. Todas estas franquicias eventualmente serían absorbidas por la marca GBR, poniendo fin a las preocupaciones de los pasajeros sobre la compatibilidad de los boletos entre operadores.

Los planes laboristas también incluyen la abolición de Network Rail, con el objetivo de unir vías y trenes bajo un único estandarte. Sin embargo, expertos de la industria han advertido que este movimiento podría resultar en costos más altos para los contribuyentes a largo plazo.

Los operadores de acceso abierto como Lumo aún podrían usar las vías de Gran Bretaña según las propuestas laboristas. En una entrevista exclusiva, Haigh resaltó los problemas con el sistema ferroviario actual, afirmando que no funciona para los contribuyentes, los pasajeros o la economía. Hizo hincapié en los frecuentes retrasos, el hacinamiento y las acciones industriales que han obstaculizado el crecimiento económico.

Los planes también implican otorgar más poder sobre la infraestructura a las administraciones descentralizadas, como ScotRail y la franquicia de Gales y Fronteras, que actualmente están controladas por los gobiernos escocés y galés, respectivamente. Esta transferencia de poder se llevaría a cabo una vez que Network Rail sea disuelta.

La última vez que los ferrocarriles fueron nacionalizados en el Reino Unido, hubo resultados mixtos.

Los Ferrocarriles del Reino Unido Pasaron a Ser de Propiedad Pública en 1947

La red ferroviaria del Reino Unido fue nacionalizada en 1947 como parte de los esfuerzos de nacionalización del Primer Ministro Clement Attlee. Este movimiento coincidió con el establecimiento del NHS, marcando un momento significativo en la historia británica.

Legado y privatización de British Rail

Por casi 50 años, British Rail operó la red ferroviaria, pero su reputación sufrió debido a los infames recortes de Beeching en la década de 1960, que resultaron en la eliminación de numerosas rutas. A lo largo de las décadas de 1970 y 1980, se convirtió en objeto de burla, con comediantes burlándose de su mala comida y falta de fiabilidad.

En la década de 1990, bajo el liderazgo de John Major, se implementó un programa de privatización. Cuando el Partido Laborista llegó al poder, Tony Blair optó por no revertir este proceso. Sin embargo, el icónico logotipo de doble flecha de British Rail sigue siendo utilizado como símbolo del sistema ferroviario.

GBR: Una nueva dirección para los ferrocarriles

La propuesta de Great British Railways (GBR) tiene como objetivo tomar decisiones operativas con aportes de expertos ferroviarios en lugar de funcionarios gubernamentales. Se espera que este cambio permita innovaciones y mejoras para beneficiar a los pasajeros. El personal existente, como conductores y maquinistas, serían transferidos a contratos de GBR.

Contratos de franquicia y el papel de las empresas privadas

Todos los principales contratos de franquicia están programados para expirar en los próximos cinco años. El concepto de Great British Railways fue introducido en un libro blanco por el gobierno conservador en mayo de 2021. El plan delineó una importante reestructuración de los ferrocarriles, que aún no se ha realizado completamente. La visión implica que GBR sea propietario de la infraestructura, administre los ingresos por tarifas, planifique la red y establezca la mayoría de las tarifas y horarios. Sin embargo, empresas separadas serían contratadas para operar los trenes.

Criticas y perspectivas alternativas

Rail Partners, un organismo sectorial que apoya el plan Williams-Shapps, argumenta que la propuesta de nacionalización del Partido Laborista conduciría a una transición larga y caótica. Ellos creen que la nacionalización es una elección política que aumentará los costos con el tiempo. En cambio, abogan por un enfoque equilibrado que combine la inversión privada y la innovación con la propiedad pública.

En general, el futuro de la red ferroviaria del Reino Unido sigue siendo incierto mientras el gobierno explora diferentes estrategias para mejorar la eficiencia y el servicio para los pasajeros.